Una sonrisa lo borra todo, y si la sonrisa te pertenece, mundos infinitos pierden sentido, pues nada más importa cuando tú existes…
Tal vez los recuerdos lo sean todo: el cielo azul, un calor agradable, los árboles mecidos por el viento y ella en medio del mundo. Ella, con sus ojos lindos, su sonrisa letal, sus cabellos flotando y sus manos juntas sobre las piernas, como una niña buena…
Muchas veces el viento sopla fuerte y te recuerdo. Te recuerdo linda, esperándome en el parque… y tu recuerdo se transforma… y te confundo con otras. Parecías una niña buena y yo, silente, paralizado ante tus ojos; esos ojos que –estoy seguro- todavía tienen efectos similares en aquel en quien los posas ahora… El viento se arrebata y desapareces.